jueves, 25 de octubre de 2007

En azul

Isabel Navarro Verdú


Azul como el delirio, azul como la hora
en que cruza tu sombra mi fiebre desvelada;
azul como el más bello cuento de Scherezada,
azul como la noche de una leyenda mora.

Azul como la llama convulsa que devora
la mirra alucinante de la orgía sagrada,
parece que de todo lo azul fuese formada
la veste que te ciñe sensual y triunfadora.

De cálidas neblinas irrigan un paisaje
fugaz y caprichoso los visos de tu traje;
el aire entre sus pliegues tornasola suspiros…

Y bajo la tormenta que aviva el sortilegio,
tu cuerpo resplandece, desnudo, lácteo, egregio,
prisionero en un móvil palacio de zafiros.

Carlos López Narváez (1897-1971)



Nota: Esta es la primera vez que un pintor, en este caso pintora, me ofrece uno de sus cuadros para acompañar a un texto, ya que hasta el momento las colaboraciones siempre fueron de poemas.

jueves, 18 de octubre de 2007

Bajo tus ramas....

Henri Joseph Harpiguies (1819-1916)


Bajo tus ramas, árbol acogedor
dejaré letras de agradecimiento
transmitiré sones de sentimiento
de protección sentida a tu alrededor.

Traslado ante ti mis miedos, sabedor
que el tiempo madurará lo que siento.
Entre tus hojas sin tiempo, contento
te hago de mis sombras tierno valedor.

El viento refresque en la noche tus hojas
el rocío al alba te haga brillar
te caliente el sol tibio del mediodía

la tarde, el cielo de luces rojas
anunciando la noche, logre conciliar
tus sueños y tu vida en armonía.


Modes Amestoy

jueves, 11 de octubre de 2007

El libro de Zaynab. Madinat al-Muluk. XIX y XX

Alberto Pasini (1826-1899)

Acompaño a mi madre
hasta el suq al-Attarin,
cerca de la Mezquita.

Pide hierbas de olor para las sábanas,
olíbano que arome mi alhanía,
el benjuí que proteja
nuestro pecho en invierno,
alezna que dé gusto
a los tiernos pichones,
azafrán y cominos
que con ajos recubran
el pescado del año,
soconusco y vainilla
del racahut en las tardes más frescas.
Tanto olor, cual si me desvaneciera…
Carísimos polvillos y semillas
que se lleva mi madre
y yo, sin pensamiento,
salgo casi dormida de las tiendas,
hurtada a los aromas
por mi voraz señor.

Ogigia


jueves, 4 de octubre de 2007

La dulce espera

Jozef Israëls (1824-1911)



Sembraré sueños de esperanza
esta noche sin bolero.
Anidaré en la playa de mi vida
tu presencia,
con la luz de tu amistad
por siempre...

Recogeré el plantel
con semilla de fe,
porque por muy lejos que te halles
de mi morada
a ciegas sabrás recorrer el sendero
que te devolverá de nuevo a mi,

Esperaré mirando al mar
y en mi regazo
saborearé el recuerdo
hasta que tú decidas regresar
.

Darilea