Rene Charles Edmond His (1877-1960)
Sueños viajeros,
una barquita duerme
entre la fronda.
Dos expresiones del arte que pueden viajar juntas
Isabel Navarro Verdú
¿Por qué en la mañana incierta,
velada en su manto de rico tisú,
por qué, dime, hermosa, no se abre tu puerta?
¿Por qué cuando el alba las flores despierta
durmiendo estás tú?.
Llamando a tu puerta diciendo está el día:
“Yo soy la alegría que ahuyenta el dolor.”
El ave te dice: “Yo soy la armonía.”
Y yo, suspirando, te digo:”Alma mía!...
¡Yo soy el amor!.
Víctor Hugo (1802-1885)
John Weiss
Allí sollocé sobre el mundo
y sobre la tierra cayó un vacío velador,
de ausencia, de lágrima derribada.
Mi perro murió en medio de la vida,
como una larga espada tendida,
nube cargada de recuerdos luminosos.
Y le vi llorar en el último momento.
Una gota de agua pura de sus ojos
reflejó una infinita pesadumbre,
oscura, cerrada, silenciosa.
Mi grito resonó perdido en el vacío,
desolador, hueco, de mi carne,
y besé sólo su recuerdo desesperado,
su lívida luz que me acogía.
Todavía quiero,
con mi mano tendida,
sentir tu calor y tu risa universal,
mirar esos inmensos ojos negros,
purísimos y nobles,
donde la soledad no existe
y la tristeza es compañía.
Mi perro guardaba palabras
en el corazón – aún sin edad para
pronunciarlas - ,
y las nombraba una a una
en música cargada de esperanza,
de promesas, ondas puras
en un vaivén de mar,
y también de pena convulsa,
desolada, preñada de sombras,
cuando sentía un abandono.
Era un perro, solo un perro era,
me dicían…
Y bajó el misterio oscuro
de la muerte en su mirada.
Allí sollocé sobre el mundo
y sobre la tierra cayó un gran silencio.
Mariano Fortuny Marsal (1838-1874)
¡Una flauta en la montaña!...
Es la flauta del pastor…
La luna los campos baña…
¡Vuelve el antiguo dolor!
Esa música que viene
un recuerdo a despertar,
¡cuán honda tristeza tiene!
¡cómo hace a solas llorar!
Cogiendo en el huerto flores
una mañana la vi.
La misma canción de amores,
cogiendo flores, le oí.
Tocando, en la noche en calma,
su flauta sigue el pastor.
Llora el recuerdo en el alma…
¡Volvió el antiguo dolor!.
Ismael Enrique Arciniegas (1865-1938)
Pierre Auguste Renoir (1841-1919)
A tu música pegado
bailo en el aire
y en la tierra a ti me abrazo.
Sones y miradas, cuerpos
y ritmos
de sentidos jugando
y deseos naciendo.
Bailo en tus brazos.
Bailamos en el aire.
Y en la tierra nos amamos.
Meigo